Al realizar proyectos de inversión de forma cotidiana tienes que tener una libertad creativa, ya que estás generando la estructura para que una empresa funcione y subsista a lo largo del tiempo.
Los proyectos de inversión NO son plantillas, tal como lo que hemos observado en el internet o en las redes sociales, lo cual manifesté en alguna de mis publicaciones anteriores. Los proyectos de inversión son un manual para que los emprendedores consulten como sostener un negocio.
Si el emprendedor tiene bases financieras no le costará trabajo realizar un plan realista, de lo contrario, tendrá que acudir con algún consultor que le entienda la idea.
Un proyecto de inversión es un análisis de cómo funcionaría un negocio bajo un escenario determinado, tiene una vida corta, debido a que si no se implementa, las condiciones con las que fue elaborado ya no persisten y, por lo tanto, se tiene que modificar todo lo que haya cambiado.
Los planes de negocio no tienen la solución perfecta, son elementos de juicio para determinar en qué momento le conviene a un emprendedor realizar dicho proyecto. De hecho, te permite conocer en que escenarios no es factible su realización y, por consecuencia, se destruirá el monto de lo invertido.
El uso que se les ha dado a estos instrumentos ha sido corrompido, ya que son utilizados por todas las esferas de gobierno para otorgar fondos a emprendedores bajo la premisa del “fondo perdido”. Un buen amigo me dijo alguna vez, ¿por qué le llaman “fondo perdido”, que más bien no es un “fondo bien invertido”?
La conceptualización que tenemos sobre los fondos perdidos es de tratarse de dinero regalado por parte de gobierno a un ciudadano, para que este ponga un negocio y como no tiene la obligación de devolverlo puede experimentar en el mismo negocio hasta un punto de ponerlo en riesgo y quebrarlo, al final no tiene la obligación de devolverlo.
Un proyecto de inversión debe ser preparado por profesionistas que tengan la visión de negocios, es decir, que entiendan cómo funciona el mercado, operan las máquinas, trabaja el personal y se administra, de donde proviene la materia prima, los tiempos de respuesta de los proveedores, el financiamiento hacia los clientes, el contexto legal que tiene el negocio en los tres niveles de gobierno, se estructuran los costos, de tal forma que pueda generar un escenario económico que le sirva para realizar una proyección de flujos de efectivo que le permitan calcular si existe una rentabilidad o no.
Cada profesionista que se incorpora a la prestación de servicios en la parte financiera con el motivo de convertirse en un consultor desarrollador de proyectos debe tener la competencia adquirida para analizar a la persona que demanda sus servicios. Lo anterior, en virtud de que debe compartir la visión del emprendedor, por lo cual no puede debe tener una libertad creativa.
Tenemos que comprender que un emprendedor tomará sus decisiones basado en su nivel socioeconómico, el acceso a los servicios públicos como el SAT, IMSS, CONDUSEF y PROFECO, así como el nivel de riesgo que quiera darle a su negocio. Lo último, nos generará emprendedores formales e informales. Pero, ¿qué los motivo a emprender?
Para el Andy Freire, el emprendedor personaje pasa por ONCE condiciones determinantes, las cuales son:
- Emancipación
- Moderación en la ambición del dinero
- Pasión
- Resultados
- Espiritualidad
- Novatez
- Disfruta el camino
- Éxitos compartidos
- Determinación
- Optimismo y sueños
- Protagonismo
Y al hablar de los motivos para emprender se refiere a 3 clasificaciones de motivaciones y actitudes:
- Los luchadores – Subsistencia
- Los caza olas – Por moda y busca fortuna
- Los gladiadores – Naturaleza
La reflexión del autor citado es interesante, parte de un buen punto ya que habla del marco contextual donde el emprendedor tiene un panorama muy distinto al de los asesores, y que primero antes de ser espectadores, debemos involucrarnos a conocer su forma de pensar, encontrar sus verdaderos motivos y equilibrar que es lo que busca para ponderar las 11 determinantes.
En un país, donde la SAGARPA, SEDESOL y la Secretaría de Economía, así como sus homólogos estatales, inyectan recursos importantes a los productores y emprendedores, el INCA Rural desarrollo el estándar de competencia laboral para los consultores, con la finalidad de determinar qué tan maduro es su libertad creativa.
El estándar de competencia al que nos referimos es el EC0020 Formulación del diseño de proyectos de inversión rural, el cual no está limitado para agrónomos y veterinarios, tampoco te pide que tengas un nivel académico, sino que tengas experiencia pura y seas competente en tu trato con los emprendedores.
Escribir comentario