¿Qué es más importante, generar emprendedores o generar modelos de negocios?
Hoy en día estamos muy preocupados por el emprendedurismo, todo mundo habla de ello y le parece adecuado fomentarlo.
Pero, realmente la solución es generar emprendedores sin un seguimiento posterior a la incubación, si esa es la respuesta lo único que hará será obtener una mayor tasa de fracasos.
Los emprendedores son personas que vieron la posibilidad de que una idea les dé para un sustento y, posteriormente, genere empleos para otras personas. Nadie atenta contra su propio bolsillo.
Un emprendedor deberá de acercarse de todas las personas que crea necesarias y que conserven la estructura de costos que visualizó para el precio que está ofreciendo al mercado. En consecuencia, para conservar dicha estructura deben ser personas competentes, sino empezará a tener una curva de aprendizaje, y esto también lleva un costo.
Otro variable que viene acompañada cuando un emprendedor no contempla la mano de obra calificada es el costo oculto en la calidad del producto o servicio, en consecuencia, se estará afectando el plan de negocios que el emprendedor diseño y estarán cambiando el target de mercado.
Existen muchas variables que se irán modificando por incorporar personas improvisadas a los negocios que inician con emprendedores.
La mejor estrategia para los emprendedores es contar con asesores que les permitan tomar decisiones durante los primeros años de vida de su negocio, acompañado de incorporar personas competentes en las áreas de atención a clientes, ventas, almacenamiento, producción en línea, administración de recursos humanos y finanzas.
Si el negocio que inicia con emprendedores es pequeño y desorganizado, seguramente el emprendedor se convertirá en un hombre orquesta, el cual será autoritario en la toma de decisiones y solo contratará a sus consultores para efectos del pago de impuestos, demandas laborales y casos de imprevistos. Buscará la mano de obra más barata y aceptará la rotación de personal cada lunes.
Por el contrario, si esté arranca considerando todas las variables encontraremos un negocio organizado, donde cada quien realiza sus funciones de manera responsable, buscando el incremento de la rentabilidad, a través del fomento en la lealtad del cliente, aceptación y posicionamiento de marca y generar experiencias de vida sobre la producción o el servicio prestado.
¿Qué tan importante es para los negocios estar certificados?
Cuando me platican que una empresa o negocio está certificado y su personal no, me da tristeza. El know how de los procesos no los tiene de manera exclusiva el área de desarrollo institucional, ni mucho menos el departamento de auditoría interna.
Los dueños de los procesos son las personas, cuando una empresa se certifica es por qué se lo debe a la gente que trabaja en ella, y si la empresa no invierte en su personal lo único que hacen es comprar el certificado para exhibirlo en una vitrina, ya que cuando se vayan el personal se llevarán el conocimiento y el proceso tendrá que adaptarse a las personas que se integren en su nuevo equipo, con sus vicios y virtudes.
La certificación es de productos por el origen de sus materias primas, es de personas por que saben hacer sus desempeños y es de la empresa porque sabe cómo integrar a personas que son competentes en el proceso productivo.
Una bondad que representa el sistema nacional de competencias, es su accesibilidad. Toda persona que pretende certificarse puede realizar su proceso convencido de haber obtenido la competencia laboral a través del estudio, la rutina y de manera natural.
Hablar sobre la necesidad de certificar al personal de las empresas, no implica de una banalidad. No es para presumir que una empresa cuenta con el 100% de su personal certificado.
La certificación de personal es el esfuerzo consumado de una persona que hace bien su trabajo y se preocupa por llevar a cabo el proceso de manera impecable.
México inicio esta aventura en la década de los 90’s como una necesidad ante la apertura de nuestro país y la firma del tratado de libre comercio, ya que Estados Unidos y Canadá cuentan con procesos de certificación para el personal.
El trabajo que se realiza en nuestro país para reconocer cuando una persona es competente, viene respaldado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y por el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER).
El CONOCER es la parte operativa que se encarga de coordinar a 262 entidades de certificación (ECE) y 233 comités de gestión de competencias laborales (CGC).
En el país, las ECE operan de manera directa o a través de Centros de Evaluación que las ECE habilitan con la finalidad de realizar sus actividades en otros lugares. Cada ECE y Centro de Evaluación debe contar con un conjunto de evaluadores que se denominan evaluadores independientes, estas personas son los encargados de realizar los procesos de evaluación con los usuarios que desean certificarse.
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