El negocio de la capacitación es el modelo por el cual una persona o conjunto de personas transmiten su experiencia a otras personas que por interés o por necesidad de la empresa son enviados con la finalidad de cumplir una obligación establecida en el Art. 153-A de la Ley Federal del Trabajo.
Sin embargo, hay que preguntarnos si los capacitadores tenían en su plan de vida dedicarse en algún momento a dicha actividad, y la respuesta que encontraremos será que no.
Durante un lapso estas personas se dedicaron a actividades productivas y al separarse de su empleo vieron que dominaban un conjunto de conocimientos que podían ser comercializados. No es malo decir que llegaste a la capacitación por necesidad económica, pero sí es malo que no la ejerzas con vocación.
Un capacitador no se hace de la noche a la mañana, tampoco es ungido por una entidad superior o autoridad.
Si hacemos una comparación entre los docentes y los capacitadores, para que estos estén frente a grupo de manera autónoma deberán cubrir un número de horas planeando, organizando, dirigiendo, controlando y supervisando sus propias actividades. Además el docente acude durante su año magisterial a un conjunto de conferencias y cursos para mejorar sus técnicas de impartición.
Entre los cursos que un docente toma de manera continua es en temas como el desarrollo de objetivos, técnicas instruccionales, roles de los participantes en los grupos, proceso de enseñanza aprendizaje, métodos de evaluación y preparación de reactivos, entre otros. Además continuamente están en capacitación, al revisar tareas y trabajos a sus alumnos e investigar cualquier duda que les haya surgido, es decir son autodidactas.
Cuando una empresa paga por un capacitador, lo primero que hace es pedir el curriculum vitae, pero no puede cuantificar los resultados hasta que termina el curso. Cosa contraria es el hecho de los cursos abiertos, cuya finalidad es bajar los costos para que la población abierta pueda pagarlos, ya que no cuentan con un respaldo empresarial. Sin embargo, en algunas ocasiones, los empresarios utilizan los modelos de población abierta solo para bajar costos y se llevan malas prácticas a su empresa.
Hoy en día, circula en internet una diversidad de anuncios para capacitarte en temas de desarrollo humano, empresarial, técnicos, finanzas personales, entre otros.
Pero… ¿qué tan buenos son?
Durante el año 2016, en Guanajuato fueron certificados menos de 200 personas en el estándar EC0217 Impartición de Cursos de Formación de Capital Humano de manera presencial grupal conforme al modelo establecido por el Consejo Nacional de Normalización y Certificación Laboral (CONOCER), a través de los 30 centros de evaluación que tienen las 8 entidades de certificación.
Por lo anterior, podemos decir que los capacitadores no tienen un compromiso real hacia el mercado y que en todo sentido la experiencia que tienen no está vinculada con la técnica de impartición, generando con ello una apatía hacia el usuario final.
Tener un capacitador certificado hace que me garantice el conjunto de técnicas en beneficio del sector productivo. No se trata únicamente de cumplir con un papel, sino que vivan todos los días los efectos del haber sido declarados competentes.
Existen muchos padrones de capacitadores en el estado de Guanajuato, algunos adscritos a la delegación de la STPS, otros incorporados en los planteles del IECA, otros más en los programas sociales de la Sedesol, Sedatu, Sagarpa, Sedeshu, SDES y Sdayr, por solo mencionar algunas dependencias.
Un capacitador que no se compromete, por lo tanto, no da lo mejor de sí para transmitir su experiencia al mercado laboral, solo va a pasar el rato con la finalidad de ingresar la factura y le paguen “su tiempo”.
¿Qué tan difícil es certificarme?
Lo primero es acceder al autodiagnóstico, el cual no tiene costo en ningún centro de evaluación. En el cual te darán como recomendación capacitarte o evaluarte.
Una vez que ya puedes evaluarte, se realiza un proceso que inicia con una planeación de la evaluación y se ponen de acuerdo en las condiciones que se realizará la evaluación. Posteriormente se realiza la evaluación basada en los acuerdos, y se entregan los resultados, donde se indican las mejores prácticas, las áreas de oportunidad, los criterios que no se cubrieron y el juicio de competencia. En caso de alcanzar el puntaje, se tramita el certificado.
¿En qué debe estar certificado el capacitador?
Los estándares que debe cubrir son:
1.- EC0217 Impartición de cursos
2.- EC0049 Diseño de cursos y material didáctico
3.- EC0301 Diseño de cursos y manuales de capacitación
4.- EC0305 Atención al cliente o EC0105 Atención al ciudadano
Me puedo negar a recibir la capacitación basándome en el art. 153-D de la LFT, sin embargo, tendré que probar que soy competente, y en algunos casos, seré mejor que el capacitador.
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